Derecho número 5

Como comentábamos en la entrada anterior, Unicef publicó un decálogo con los derechos de los bebés prematuros.
Estamos acabando la Semana del Prematuro, y este año, el derecho prioritario es el número 5: Los bebés nacidos de parto prematuro tienen derecho a ser alimentados con leche materna.
Sin embargo, la lactancia materna en este grupo de bebés no es nada fácil, los profesionales de enfermería somos los más cercanos a las madres y jugamos un importante papel en su apoyo y asesoramiento dentro de las Unidades Neonatales.
Como ya explicábamos en otra ocasión, la leche de la madre que tiene un bebé prematuro, es diferente, durante las primeras semanas, a la leche de las madres que tienen un bebé a término.
La leche materna ha demostrado los siguientes beneficios en relación a los bebés prematuros:
- Reduce la incidencia de infecciones y su severidad, sepsis, infecciones nosocomiales.
- Reduce la incidencia de enterocolitis necrotizante.
- Promueve la maduración y motilidad del intestino y el vaciamiento gástrico más rápido.
- Mejora la tolerancia a la alimentación enteral total.
- Favorece la colonización intestinal con bifidobacterias y lactobacilos, beneficiosos para el intestino del RNPT.
- Mejora el desarrollo psicomotor y neurológico con efecto dosis dependiente.
- Disminuye la incidencia y severidad de retinopatía del prematuro. Mejora la función visual.
- Disminuye la mortalidad.
- Mejora los resultados neurocognitivos, mejora el índice de desarrollo mental en escala de Bayley, mejora las puntuaciones de coeficiente intelectual.
- Mejora los resultados cardiovasculares a largo plazo.
- Estimula el sistema inmune del bebé.
- Disminuye la estancia hospitalaria (aunque la ganancia ponderal sea más baja), seguramente en relación a una menor gravedad de la patología durante su ingreso.
- Para la salud de la madre: mejora de su autoestima.
Esto nos muestra la enorme importancia de la leche materna en este grupo de recién nacidos ( es una medicina para estos bebés, forma parte del tratamiento) y la responsabilidad que tenemos los profesionales sanitarios de estar bien formados para poder apoyar y ayudar a las madres que desean alimentar a sus hijos con leche materna.