Extrayendo leche día a día

Extraer leche materna es un esfuerzo muy grande. Hacerlo día tras día, semana tras semana, a veces mes tras mes, y mantener así la producción, pegadas a un extractor, es todo un logro.
Pero hacerlo además mientras tienes a tu hijo ingresado en una UCI neonatal, enfermo, inmaduro, sin poder succionar directamente del pecho, a veces tan grave que ni siquiera puedes sostenerlo en tus brazos durante días, lo hace mucho más difícil aún.
Muchas madres no se sienten como tal si al nacer, son separadas de sus hijos, no sienten que hayan tenido un hijo, no hay ningún bebé en la habitación con ellas. Sienten que hay muy pocas cosas que puedan hacer por ellos.
Proporcionar su leche extraída, da la oportunidad a las madres de participar en el cuidado de su hijo y hacer una contribución a su salud.
Algunas lo viven como lo más valioso y activo que pueden hacer, incluso cuando no están con ellos, cuando están en casa y están extrayendo, están pensando en sus hijos y en que están haciendo algo único para ellos, algo que sólo ellas pueden hacer.
El significado que tiene esa leche extraída es algo que va mucho más allá de un simple modo de alimentación. Se sienten valiosas y únicas.
¡Y lo son!
Proporcionan algo beneficioso para su bebé, algo que el personal del hospital no puede proporcionar.
Les da un importante y exclusivo papel en el cuidado de su hijo y ayuda a llenar ese vacío en su experiencia materna.
Extraer leche es algo que muchas madres logran, gracias a su perseverancia, su trabajo, su sacrificio…
Toda nuestra admiración para todas las madres de las Unidades Neonatales, las que extraen leche y las que no, las que no han podido por falta de información y apoyo, las que así lo eligieron, todas, que pasan día a día junto a sus hijos en ese duro camino que les ha tocado vivir.