Familias en las Unidades Neonatales

Familias en las Unidades Neonatales.
Yo trabajaba en una UCI de adultos cuando decidí pedir el traslado a Neonatología a principios de 2006. Me costó varias veces entrar en la UCIN y salir sin llorar. No es lo mismo ver a un adulto gravemente enfermo que a un recién nacido. Y ninguno era hijo mío…
Creo que no puedo ni imaginar lo que sienten los padres. Admiro a estas familias. Contemplo cómo pasan por diferentes fases; desde el miedo inicial, la incertidumbre, la angustia, el dolor y veo cómo se adaptan poco a poco (el ser humano es increíble), cómo son capaces de incorporar a su vida cotidiana esta situación tan angustiosa, cómo, este “paréntesis” en su vida se asume con una fortaleza que me pregunto de dónde sacarán.
Se adaptan a las rutinas de la Unidad, a los profesionales que cuidamos de sus hijos. Observan cómo trabajamos, sacan sus conclusiones. A veces nos agradecen, a veces nos felicitan, y alguna vez nos reprochan, nos preguntan, se cuestionan. Menos de lo que sería conveniente, creo yo. Los padres son de gran ayuda en estas Unidades, de hecho, deben ser los cuidadores principales de sus hijos, pese a estar ingresados, pero además, pueden detectar errores a tiempo, ¡todos nos podemos equivocar!
Muchas veces los profesionales no tenemos herramientas para acompañar a las familias, no tenemos formación para ello. Nos queda el respeto, la escucha, la comprensión, la compasión, pero sobre todo, la empatía, que bien aprendida, puede aliviar el día a día, a veces un largo día a día de estas familias, que, en ocasiones, sufren procesos muy largos. Estar ahí, preguntar qué necesitan, una mano en un hombro, un abrazo, llorar junto a… a veces un “lo siento”…
23 marzo, 2015 15:40|
Qué emotivo, gracias por lo que hacéis día a día, qué valiosa es vuestra labor.
23 marzo, 2015 16:47|
Muchas gracias Irene