
Mi hijo Jorge nació de 29+6 semanas, pesando 1500 gr y sin respirar por sí mismo. Desde las primeras molestias, hasta que nació apenas pasaron 2 horas, por lo que no dio tiempo a que me pusieran las inyecciones de maduración pulmonar.
A Jorge se los llevaron a la UVI directamente y a toda prisa. Mientras yo estaba en REA, pedí que me dieran un sacaleches, sabía que para un prematuro era fundamental la LM.
Comencé a extraerme como un reloj, cada 2,5 o 3 horas, incluidas las noches, el hospital en el que estábamos no era muy respetuoso, era el primer prematuro tan pequeño que tenían, apenas me dejaban tocarle.En ese momento sentía que era lo único que podía hacer por el.
A los tres días me subió la leche, de una forma muy “suave”, nada que ver cuando nació mi primera hija. Con ella tuve una lactancia de libro, excepto las grietas iniciales por mal agarre, todo fue rodado, bebe todo el día enganchado, cogía peso sin problemas, ni una mastitis ni nada. La lactancia fue tan maravillosa que estuvo tomando pecho hasta pasados los tres años, se desteto por el embarazo de su hermano.
A pesar de la subida algo raro pasaba, de repente no sacaba apenas nada en las extracciones, 3 ml o menos. (por suerte Jorge no tomaba más por sonda) Yo seguía ingresada recuperándome de la cesárea, y el sacaleches era doble hospitalario.
Ahí fue cuando decidí llamar a Maisa y Belen.
Al día siguiente vino Belén a verme al hospital, vio como me extraía y en “teoría” estaba bien, además me estuvo escuchando , asesorando, y dando ánimos. Después de su visita comencé con la Extracción Poderosa, no estaba dispuesta a renunciar a esta lactancia. Pero aún así no conseguía apenas unos ml con el sacaleches, aunque manual después salía bastante más. Yo que con mi hija era ” una vaca lechera”, apenas sacaba. Sentía que fallaba a mi hijo, lo único que podía hacer por él y no lo conseguía.
Mi marido, me sugirió probar mi propio sacaleches ( no el del hospital) , por desesperación acepte… y en esa extracción conseguí más que en todo el día anterior, el sacaleches del hospital estaba roto!!!!!! (no sabemos qué pasaba). Ahí ya fue todo distinto, me extraía cada 3 horas y sacaba 120-150 ml en cada extracción, cantidad más que de sobra para las tomas de Jorge y para mantener una buena producción de cara a su alta.
A mí me dieron el alta ,pero Jorge estuvo 7 semanas ingresado en la UVI, le alimentaban con mi leche, primero por sonda y luego por biberón. Al pecho no me dejaban ponerlo, a pesar de mi insistencia (como ya he dicho, poco respetuosos).
Una vez que salió de la Uvi, le trasladaron a planta 4 días junto conmigo. El primer día, vino Maisa a verme, deseaba hacer cuanto antes la transición de bibe a pecho, estuvo toda una tarde conmigo, viendo cómo se comportaba Jorge y dándome ánimos. Gracias a sus consejos y a la seguridad que me infundieron, conseguí hacer la transición en una semana y librarme de los biberones. Por fin Jorge tomaba pecho y con bastantes ganas, como buen “recién nacido”, pedía constantemente.
Jorge ya ha cumplido su primer año, y aquí sigue, enganchado a su teti. A pesar de nacer con 1500 gr, es el mismo bebe gordito que su hermana.
A pesar de mi experiencia previa y mis ganas en esta lactancia , sin Belén y Maisa no lo habría conseguido.

Montse
madre de Jorge, prematuro
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