Consulta y formación en lactancia

Una vida entera para recordarte

Toda las que trabajamos en una UCIN sabemos que las emociones están siempre a flor de piel y pasan rápidamente de la alegría a la tristeza pero siempre están teñidas de miedo y preocupación.
Frente a una incubadora, unos padres llenos de temor, pero también de esperanza, pues su bebé hoy necesita menos asistencia respiratoria, le han retirado algún catéter o ha saboreado por primera vez la leche de su madre. Y en otro punto de la sala otros padres, rotos por el dolor, se despiden de su deseado y amado hij@.
¡Qué dolor tan grande perder a un hijo o una hija! Es tan desgarrador que ni siquiera existe una palabra que defina esta pérdida (y lo que no se nombra no existe) por lo que en muchas ocasiones esta queda oculta e incomprendida por el entorno.
Y nosotros los profesionales, estamos al lado de estos padres, sentimos pena pero también rabia y frustración por no haber podido hacer algo más. En estos momentos dejamos a un lado el trabajo frío y racional necesario para ser rápidas y eficientes cuando las circunstancias así lo exigen, para caminar junto a los padres de nuestros pequeños pacientes, y tenderles una mano desde el corazón.
Pero en estas situaciones nos quedamos sin palabras, nos gustaría decir algo pero sabemos que no hay palabras que consuelen a estos padres ante su pérdida.
Pero sin embargo hay muchas cosas que podemos hacer para ayudar a estos padres a elaborar con el paso del tiempo, de la manera más sana posible, el duelo por la pérdida de su hij@. Ellos necesitan recuerdos que llevarse a casa, objetos que hayan estado en contacto con su bebé, la pulsera de identificación, la pinza del cordón umbilical, el gorro que ha cubierto su cabecita aunque sólo hayan sido unos instante, alguna foto del bebé, la foto de su mano, la foto de su pie. Pero también se llevarán con ellos nuestros gestos, el tono de nuestra voz, nuestra cercanía. Seguramente no recordarán nuestras palabras pero sí nuestra disponibilidad, nuestra presencia, nuestra mano sobre su hombro y nuestras lágrimas que tantas veces hemos reprimido, que lejos de apenarlos más, pueden agradecer, pues nuestras lágrimas nos acercan a su dolor.
Pero sobre todo deben llevarse el recuerdo del último abrazo de su hij@, por eso es importante que animemos a los padres a coger a sus bebés en esos últimos momentos, que sean ellos los que acompañan a su bebé en esta etapa final de la vida. Proporcionemos a esos padres un entorno tranquilo, sin prisas, donde puedan estar y acompañar a su bebé todo el tiempo que deseen y necesiten para despedirse.
Y no debemos despedirnos de estos padres sin informarles acerca de los apoyos con los que pueden contar tras la pérdida de un hij@, como es a través de asociaciones como Umamanita
Queríamos hacer coincidir este post con el acto “Día del Recuerdo” que el día 3 de octubre organiza la asociación para la muerte perinatal y neonatal temprana Umamanita. Este evento anual tiene como objetivo dar visibilidad a estas pérdidas, concienciando y sensibilizando a la sociedad hacia los bebés fallecidos durante o poco después del embarazo.

"The Child Who Was Never Born" by Martin Hudáčeka

“The Child Who Was Never Born”
by Martin Hudáčeka

Un abrazo enorme para todos.

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